2.7.10

Incitación a... el nuevo periodismo (llámalo así)

¿Qué era? ¿Qué es? ¿Qué ha de ser? Retorno al blog tras una temporada en el infierno. Como el amigo Rimbaud, pero menos ... ya me gustaría.

Bueno, nadie se puede resistir a la historia del periodista Pinocho. Tommaso Debenedetti es un italiano que pasó años inventándose entrevistas con personajes de primer orden: el Dalai Lama, Mijail Gorbachov, Joseph Ratzinger y mindundis de este tipo. No cambiaba unas palabras, no se inventaba alguna frase atractiva en una entrevista real anodina, no buscaba un buen titular. Directamente se inventaba toda la entrevista con un personaje con el que nunca había hablado.

Me enteré de la historia por esta entrevista en el diario El País con el significativo título de "Me gusta ser el campeón italiano de la mentira". Leed, leed y alucinad. Se trata sin duda de un personaje preclaro donde los haya. ¿Qué mejor manera de luchar contra los mezquinos sueldos que dan en esta profesión por cualquier trabajo "free lance"? Sólo hay dos opciones: aumentar ingresos o disminuir gastos. La crisis económica actual deja patente que la única posibilidad es reducir los gastos y qué mejor manera que evitando los viajes, llamadas telefónicas y otros dispendios que supone no ya hacer, sino conseguir una entrevista con un personaje de calado. Buscó su mercado: los diarios pequeños de provincias, que pagaban poco, "30 euros o a veces nada"  según comenta él mismo en la entrevista, y no se molestaban en contrastar fuentes ni andaban con remilgos para aceptar las explosivas entrevistas que Debenedetti les ofrecía a precio de saldo. "La falsificación y el sectarismo son los elementos básicos de la prensa italiana", dice el autor, ¿sólo de la italiana? añado yo.

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