3.11.09

Incitación a... la historia de Kevin Carter



Os voy a contar una historia. Tranquilos. No es una historia que os afecte. Es la historia de esta niña, a punto de morir de hambre, mientras un buitre espera paciente que se apague su último aliento para poder llenar su buche. No es la historia de vuestra hija, ni siquiera es la hija de vuestra vecina, ni siquiera está en España, ni en Europa. Tampoco la fotografía es reciente. De hecho, la fotografía se tomó en marzo de 1993, en Ayod, una pequeña aldea en Sudán. Muy probablemente el viento ya habrá barrido los últimos restos de los huesos de esta pobre pequeña que, sin duda había hecho algo muy malo para merecer un final así. La niña desfallecía durante la gran hambruna que sufrió el ya sufrido país africano ese año. Había una persona allí para retratar el momento: el fotógrafo surafricano Kevin Carter.



Carter (en la imagen) era uno de los cuatro principales miembros de The Bang Bang Club, un grupo de fotoperiodistas con especial apego a los trabajos de alto riesgo. Se fue de Ayod tras esperar veinte minutos a que el buitre abriera las alas para obtener una foto más impresionante de la niña. No tuvo suerte. Pero la imagen fue publicada por el New York Times. Un año después, en abril de 1994, le valió a su autor el premio Pulitzer de fotografía, el galardón más importante del mundo en fotoperiodismo. Probablemente fue una gran alegría para Carter. Sin embargo, no quiso disfrutarla demasiado tiempo. Tres meses después, el 27 de julio de 1994, Kevin Carter, decidió ir con su vieja furgoneta a la ribera del río en el que jugaba de pequeño en Johannesburgo. Allí tras acordarse de su amigo Ken Oosterbroek, otro miembro del Bang Bang Club recientemente muerto en 'acto de servicio' conectó una manguera al tubo de escape y colocó el otro extremo en el interior de la furgoneta. Obtuvo a los 33 años la dulce muerte que proporciona el monóxido de carbono, probablemente volviendo a ver, entre otras miles de escenas de infinita injusticia retratadas por su cámara, a aquella niña en Ayod y preguntándose por qué no había hecho nada por ayudarla. ¿Qué habríais hecho vosotros?

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